El coaching es una herramienta que potencia el bienestar y rendimiento ejecutivo mediante el empoderamiento y el desarrollo de la conciencia. En esta útil guía, editada por el experto en coaching Alberto Rivera, un conjunto de especialistas en coaching empresarial explican con detalle los siete momentos clave que caracterizan todo proceso de coaching y ofrecen consejos prácticos que se complementan con historias ilustrativas.
Con los recursos que ofrece esta obra, tanto los coaches como sus asesorados obtendrán el mayor provecho de su proceso de coaching.
“Olvidarse de todo y encontrar un espacio seguro para analizar una
crisis desde la distancia es un primer paso crucial para ganar perspectiva y determinar posibles planes de acción”.
El proceso de coaching lo constituyen siete “momentos clave”, además de un momento adicional: la gratitud.
Primer momento
El primer momento es “olvidarse de todo”. Para ganar perspectiva, hay que reflexionar. Ante una situación difícil, lo primero es tomar una sana distancia para desarrollar una perspectiva diferente sobre esa misma situación
“Una de las maneras en las que un coach ayuda a sus clientes es estructurando y organizando los elementos del contexto del cliente, así como ayudándole a ver sus propios pensamientos con más claridad y a analizar los procesos mentales que ocurren en su interior”.
Segundo momento
El segundo es dialogar con el cliente de una manera nueva para él o ella. El coaching brinda un espacio de seguridad donde los clientes pueden expresarse con total libertad y el coach es su aliado. Esto fomentará que realice descubrimientos sobre sí mismo y su manera de pensar.
Tercer momento
El tercero, cuando el cliente escucha o se da cuenta de algo por vez primera. Una de las tareas del coach es ayudar al cliente a estructurar y organizar los elementos que forman su contexto y guiarlo para que detecte sus propios pensamientos e ideas.
“La consciencia es el primer paso hacia la autenticidad”.
Cuarto momento
En el cuarto momento se trata de aprender a ver las cosas de manera distinta. Este estadio se caracteriza por un cambio de mentalidad al modificar su “marco de referencia” o “reframing”. Mediante esta práctica se invita al cliente a ver el tiempo presente desde una perspectiva distinta y así resolver problemas y mejorar el futuro. El coach debe animar al cliente a adquirir nuevas habilidades que se sumen a su arsenal de fortalezas.
“El proceso de coaching puede dividir una situación difícil en las partes que la componen para analizar cada una de ellas y explorar si es posible ejercer influencia para invertir la situación a nuestro favor”.
Quinto momento
En el quinto, el cliente llega a “revelaciones o insights”que le permiten ver que es capaz de generar sus propias soluciones y respuestas. El coach puede guiar al cliente para que este se dé cuenta de que, en general, las soluciones más eficaces son las que nos damos a nosotros mismos. La persona que recibe el coaching debe sentirse en libertad de dejar volar su imaginación para así llegar a revelaciones creativas
“Casi siempre es mejor dar unos primeros pasos y después corregir la trayectoria que quedarnos parados”.
Sexto momento
El sexto momento fortalece la propia seguridad con base en el autoconocimiento. En el coaching, se reconoce que las personas son seres completos, con recursos, creativos y con voluntad propia. Por ello, es importante ayudarles a dar el giro mental que desecha el “debo” o “tengo que” y lo sustituye por “quiero” y “elijo”.
“El coach anima al cliente a que extraiga tantas conclusiones útiles de lo que dice como sea posible”.
Séptimo momento
Y en el séptimo, el cliente cobra conciencia de la situación y de la respuesta a su desafío. Conocido como “el momento ‘¡ajá!’”, esta séptima instancia en el proceso de coaching se refiere a cuando el cliente cobra conciencia plena de la situación que vive y tiene una revelación clara. Una vez alcanzada esta claridad, el coach orienta al cliente para entender cada paso del proceso que se requiere para alcanzar los resultados deseados.
El agradecimiento
El agradecimiento es el momento final del coaching. Dar las gracias no es una mera cortesía, sino un gesto de salud emocional, mental y espiritual. Expresar agradecimiento marca un momento de comunión y gratitud recíproca entre el coach y la persona que recibió su orientación. En ese momento se hace recuento de los avances, los logros, los aprendizajes y el camino recorrido.
«En pocas palabras, he visto mucho y no me sorprendo fácil- mente. Pues bien, he aprendido más de este pequeño libro que de cualquier otro de los que he leído en los últimos años. Y pienso que, por la manera en que está escrito, puede ser igualmente útil tanto para quien ya ejerce el coaching como para el directivo interesado en saber en qué consiste».
Carol Kauffman – Profesora, Harvard Medical School, Mc Lean Hospital. Fundadora y directora del Institute of Coaching
AlbertoRibera es director académico de la Unidad de Coaching de la IESE Business School (Universidad de Navarra). Trabajó en la Organización Mundial de la Salud y la Comisión Europea, entre otras organizaciones. Puedes ver el vídeo donde habla sobre el libro aquí.